Los DIAGNÓSTIVOS como ETIQUETAS. Poner nombre a lo que nos pasa.
¿Qué pasa cuando ponemos etiquetas?
Las etiquetas, los nombres son una manera de delimitar algo, una manera de hacer más sencilla la forma que tenemos de referirnos a ciertas cosas. Las etiquetas diagnósticas son un modo que los profesionales tenemos de hablar de ciertos aspectos, pero de una forma más rápida y eficaz y saber a lo que nos referimos.
¿Cuál es el problema entonces?
Los diagnósticos tienen una parte positiva, pero también tienen una parte negativa.
Los diagnósticos no nos definen, solo explican una parte de nuestra realidad, ya que una palabra o un conjunto de ellas, no pueden definir ni expresar toda la complejidad del ser humano, su historia de vida, sus aprendizajes, sus debilidades y fortalezas. Además, a veces cuando tenemos un etiqueta, nos acomodamos, nos quedamos con “es que como tengo TCA/TDAH/TEA…” y eso no es cierto. Las etiquetas son una manera de delimitar de darnos cierta seguridad, porque nos dan información, pero NUNCA nos definen y nunca explican íntegramente lo que nos sucede.
Yo puedo tener en este momento una patología cualquiera, pero NUNCA seré esa patología, nunca esa patología marcará la manera en la que me relaciono y en la que podré relacionarme.
Puede ser que eso me ayude a entender ciertas maneras de estar en el mundo, pero yo soy más que una etiqueta.
Es importante que tengamos cuidado con la forma que tenemos de dirigirnos tanto a nosotros mismos, cómo hacia los demás. Las etiquetas nos dan información, pero somos mucho más que un diagnóstico y podemos dejar esa etiqueta atrás. Además, si nosotros nos identificamos con esa etiqueta el resto hará lo mismo. Para educar a los demás en la manera de dirigirse a nosotros ese cambio tiene que empezar por nosotros mismos.
Los diagnósticos son una serie de conductas, pensamientos y sensaciones físicas que hemos aprendido porque en algún momento de nuestra vida fueron eficaces. La dificultad está en que al reproducirlas tantas veces las interiorizamos, las normalizamos. Las seguimos reproduciendo independientemente de que el contexto cambie y que ya no nos hagan falta
como estrategia. Todo esto va conformando cómo nos relacionarnos con los demás, con el entorno y con nosotros mismos, PERO podemos aprender a relacionarnos y a vivir de manera diferente.
¿Quieres ver cómo hacerlo? Te acompaño en el camino.
Los DIAGNÓSTIVOS como ETIQUETAS. Poner nombre a lo que nos pasa.
Por lo tanto, si te sientes identificado con lo que acabas de leer y crees que podría ayudarte, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Te asesoraré para encontrar la mejor manera de gestionarlo.
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