No te pases de la RAYA. Pon LÍMITES a tu alrededor sin ser BORDE
¿Qué son los límites?
Los límites son barreras que ponemos para protegernos, ya sean verbales o no verbales. Hay muchas maneras de poner límites, sobre todo el objetivo principal de estos será el de cuidarnos y priorizarnos.
Nuestro alrededor está cargado de exigencias, de tareas por realizar y de objetivos, por eso el buscar estrategias para cuidarnos y para protegernos es tan importante. Existen como decíamos muchas maneras de poner límites, es importante que tengamos en cuenta lo siguiente:
- Que lo hagamos de una manera congruente. Es decir, que lo que decimos y lo que hacemos guarde relación. ¿Por qué? Porque si no, las personas de nuestro alrededor, no nos tomarán en serio y además la idea que voy creando de mí misma es de “yo no valgo” “a mí no me hacen caso” “para que voy a decir nada, si no sirve”, etc.
- Que sean límites realistas. Es decir, que yo tengo en cuenta que lo que estoy pidiendo tiene sentido, y que está ajustado a la situación.
- Que los mantengamos en el tiempo. Si son realistas podremos mantenerlos. Esto es importante, ya que, si no lo llevamos a cabo, el mensaje que le vamos dando a los demás es “cuando me enfado pongo límites, pero cuando pasa el tiempo y se me pasa, da igual”.
Y te preguntarás, ¿y qué hay de malo? Que es precisamente con este tipo de dinámicas con las que nos sobrecargamos y “explotamos” después. Si yo cuando estoy regulado, estable, equilibrado empiezo a sobrecargarme, porque tengo dificultades para poner límites y decir que no, delegar, etc., llegará un momento en el que me saturaré de tal manera que tendré que poner límites de una manera agresiva posiblemente, que no estarán ajustados a la situación y que por lo tanto no podré
mantener.
¿Límites agresivos?
Ser borde no es poner límites, cuando yo me protejo, no tengo porque atacar al que tengo en frente. Ahí surge otra de las dificultades a la hora de poner límites, dificultades de comunicación, de asertividad a la hora de expresar lo que siento y lo que necesito.
Porque es importante no dejar que nos invadan, pero si yo no identifico lo que siento, no seré capaz de expresarlo ni de buscar estrategias para gestionarlo.
Por lo tanto, ¿por qué me cuesta poner límites?
- Dificultad para identificar lo que me sucede, así como mis necesidades.
- Dificultad para expresar estas mismas necesidades.
- Sentimientos de culpa, de no merecerme estar bien.
- Estrategias de boicot.
- Dificultades a la hora de comunicarnos. Así como de estrategias de comunicación
asertiva. - Miedo al conflicto.
- Dificultad para sostener el malestar, de esta manera voy evitando situaciones
incómodas a costa de mi bienestar.
¿Qué puedo hacer? Si ves que has intentado hablar con amigos, leer libros de autoayuda, hacerlo tú solo y aun así las dificultades se siguen manteniendo, intenta buscar ayuda de un profesional. Estaremos encantadas de escucharte.
Por lo tanto, si te sientes identificado con lo que acabas de leer y crees que podría ayudarte, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Te asesoraré para encontrar la mejor manera de gestionarlo.
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