La MENTE en BLANCO no existe. ¿Sabes por qué?
Nuestra mente está en constante movimiento, ya que constantemente estamos recibiendo estímulos. Visuales, auditivos, verbales… los cuales impactan de maneras distintas en nosotros, pero en cualquier caso nuestro cerebro los procesa. De esta forma aquellos estímulos que nos conectan con aspectos del pasado, con heridas no resueltas, con momentos desagradables,
nuestra mente tardará más tiempo en poder procesarlos.
Pero y ¿qué sucede con aquellas prácticas que nos dicen que “pongamos la mente en blanco”?
Pues que no es posible, porque ya sea de manera consciente o inconsciente nuestra mente está constantemente rodeada de estímulos. Es más cuando el ser humano se ve privado de estimulación también pueden surgir problemáticas.
¿Te ha pasado que cuando llevas un día muy intenso o una temporada de muchos cambios para ti, necesitas “no ver a nadie”, “estar tranquilo”? ¿Por qué?
Porque necesitamos que nuestra mente deje de recibir estimulación para procesar la anterior. Por eso cuidar la higiene del sueño es algo tan importante porque es por la noche el momento donde se procesan y se colocan los eventos del día. ¿Qué son las pesadillas por lo tanto? Emociones desagradables que durante el día no estoy pudiendo colocar ni integrar y por la noche mi cuerpo me informa sobre esto mismo.
Volviendo a las prácticas de “dejar la mente en blanco”
No son posibles por la base principal que comentábamos antes, pero entonces… ¿en qué consisten las prácticas de relajación o las prácticas de mindfulness? Este tipo de ejercicios son muy útiles pero su base está en ser capaces de focalizar nuestra atención al momento presente. Son ejercicios de concentración, de atención plena, de atención consciente. Nuestra cabeza pasa mucho tiempo en el pasado o haciendo planes hacia el futuro, por eso este tipo de ejercicios nos entrenan para poder centrarnos en el momento presente, en el aquí y en el ahora y de esta manera ser más capaces de sentir, relacionarnos y por lo tanto de procesar los momentos tanto agradables como desagradables que nos van sucediendo.
De esta forma la próxima vez que escuches esto de la mente en blanco, date unos segundos y piensa ¿no tengo ningún estímulo a mi alrededor? ¿es esto posible? Quizá haya veces que existe tanta estimulación a tu alrededor que centrarte en el presente se
hace muy complicado. ¿Necesitas ayuda? Estaré encantada de escucharte.
Por lo tanto, si te sientes identificado con lo que acabas de leer y crees que podría ayudarte, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Te asesoraré para encontrar la mejor manera de gestionarlo.
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