PSICOLOGÍA vs PSIQUIATRÍA. Mismo objetivo, diferente camino.
Estas dos disciplinas son diferentes maneras de ayudar a las personas cuando existen dificultades a nivel emocional. Es cierto que una de ellas, la psiquiatría proviene de la medicina, porque lo que tiene una corriente más biologicista. La psicología pertenece a la ciencias sociales y a lo largo de los años las maneras de desarrollarse han tomado caminos diferentes.
Pero esto, ¿Qué quiere decir?
Realmente lo importante aquí es como cada profesional interprete, viva y trabaje la carrera y la profesión que ha escogido, y, sobre todo, lo cómodas que nos sintamos cuando trabajemos con este profesional.
Los procesos en psicoterapia son complejos y en algunas ocasiones necesitan de un apoyo farmacológico. Es entonces cuando la figura del psiquiatra aparece, para proporcionar al paciente el apoyo químico que quizá necesite en ese momento.
Es importante tener en cuenta varias cosas:
- Un comunicación fluida entre los profesionales que trabajen con una persona. Si hay algunos más, neurólogo, logopeda, fisioterapeuta, etc., también.
- El apoyo de la medicación es importante pero no puede ser el único soporte. La medicación no nos enseña a hacer las cosas distintas, por lo que para hacer las cosas diferentes tendré que aprender cómo hacer estos cambios y el profesional encargado de enseñarme será el psicólogo.
- La medicación tiene que pautármela un profesional de la salud mental, no un médico de cabecera, no un neurólogo, no un internista, etc. Un profesional de la salud mental.
- Los procesos, tanto psicológicos como farmacológicos, hay que revisarlos. Es decir que tengo que tener citas periódicas con mi psiquiatra. Al principio serán mensuales, y poco a poco se irán espaciando, cada seis meses, anuales, etc.
- Los procesos terminan. El proceso tiene un fin de ahí la importancia de las revisiones
para ir ajustando las pautas e ir cerrando. - No automedicarme. Como decíamos antes la medicación tiene que prescribirla un profesional de la salud mental.
- El proceso farmacológico, suele terminar antes que el psicológico, ya que en terapia puedo seguir aprendiendo, cambiando y mejorando algunos aspectos de mi vida, sin necesidad de un apoyo químico.
Conclusión: rodéate de buenos profesionales, de personas que te hagan sentir seguro y en calma, que te ponen límites, pero que sientas que también eres su prioridad.
Si tienes cualquier duda estaré encantada de escucharte.
Por lo tanto, si te sientes identificado con lo que acabas de leer y crees que podría ayudarte, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Te asesoraré para encontrar la mejor manera de gestionarlo.
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