Las claves del mundo ADOLESCENTE. Entender y tratar a tu HIJO/A.
La adolescencia es una etapa muy compleja tanto para las familias como para los chicos y chicas que están en esta etapa. Es una época donde lo más importante es tener un grupo de referencia y este grupo ya no es mi familia, por lo que empiezo a separarme de ella, con los conflictos que esto muchas veces puede generar.
Es una etapa por lo tanto de muchos cambios y mucha incertidumbre.
Pero en esta época una cosa son las necesidades evolutivas de la propia etapa y otra como sea la realidad de cada uno de nosotros. No siempre se tiene un grupo de referencia y aquí también es donde surgen muchas dificultades.
En esta etapa además de las dificultades familiares y de los conflictos con los iguales, existen las dificultades académicas. Son épocas de mucha presión para ellos, donde las motivaciones no siempre están claras, ni lo que en un futuro quieren llevar a cabo, sin embargo, es cuando me toca decidir.
De esta forma es un momento donde el fracaso escolar suele ser bastante frecuente, así como las exigencias, tanto por parte de los centros escolares cómo de las familias, como muchas veces de los mismos adolescentes.
Por otro lado, se empiezan a tener los primeros intereses en las relaciones de pareja, así como intereses por el contacto sexual tanto con uno mismo como con los demás. Esto está relacionado con que durante la adolescencia el control de impulsos, la gestión emocional, la impulsividad, y todas las funciones ejecutivas que dependen del lóbulo prefrontal no están desarrolladas aún de manera íntegra, por lo que las conductas de riesgo son frecuentes y peligrosas. Estas pueden ser: prácticas sexuales de riesgo, embarazos no deseados, consumo de tóxicos, entre otros, con las consecuencias que para su desarrollo tanto físico como emocional esto puede suponer.
Esta etapa necesita mucho acompañamiento por parte de los adultos, ya que son ellos precisamente los que tienen que seguir enseñando como regularse, cómo relacionarse con los demás, como negociar, cómo poner límites, …. En esta etapa se siguen necesitando límites y normas y eres tú como adulto el encargado de ponerlas.
Cómo hemos dicho su cerebro no ve el peligro y el riesgo como lo evalúa un adulto por lo que eres tú el encargado de proteger a tu adolescente. Es cierto que en esta etapa hay que aprender a flexibilizar, trabajar la independencia y la autonomía, pero adecuándola, como en cualquier edad a las necesidades de tu hij@.
Los adultos, siguen siendo modelos de referencia, padres, profesores, profesionales que trabajan con esta población.
¿Ves intencionalidad en las cosas que hace? ¿Cómo actúas tú? ¿Qué modelo de referencia eres para los menores que están a tu cargo?
Esta etapa no es fácil para ninguna de las dos partes, y quizá la situación sea ya muy desbordante para todos. Pero ambos tienen que hacer cosas distintas para que la dinámica cambie. Tú eres el adulto no lo olvides.
Por lo tanto, si te sientes identificado con lo que acabas de leer y crees que podría ayudarte, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Te asesoraré para encontrar la mejor manera de gestionarlo.
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